Compré un novio a buen precio. No era demasiado guapo, nunca regalaba flores ni invitaba a restaurantes de moda, pero la dependienta me dijo que podía acompañarme a las reuniones familiares, provocar cierta envidia entre mis amigas y ser un amante razonablemente bueno. Con el uso, empezó a sentir aburrimiento, dejó de afeitarse y se quedaba dormido en cuanto hacíamos el amor. Me dio pena tirarlo y lo doné a caridad. Ahora lo veo del brazo de una mendiga del barrio y sonríe como nunca había hecho conmigo. —Mejor los de nueva temporada—, pienso, mientras siento cierta rebaja.
Este micro particípó en el Concurso de Microrrelatos "En 99 palabras" organizado por Miguel Angel Molina para celebrar el aniversario de su Blog. Ha sido un placer participar en un concurso bien organizado, divertido y donde he podido leer auténtica joyas. Enhorabuena a los finalistas, al ganador, Santiago Eximeno, a Juanlu por su ilustraciones, y a Miguel Angel por su buen hacer. Un abrazo para todos.